jueves, 31 de marzo de 2011

Una visión en la alameda.- No es alameda, es una arbolada.-

- ¿Te das cuenta lo poderoso de aquello? - le dijo mientras su brazo rodeaba su cuello, buscando aquel perfume que siempre usa y que a él tanto le encanta...
- Me doy cuenta. - Le respondió mientras volteaba su rostro para encontrar su mirada. La encontró.
- Está hermosa la Luna, siempre es hermosa, verdad? - Él insistió con tono entrecortado, el pasto en el que estaban recostados mantenía el agua del rocío nocturno y le provocaba un escalofrío.
- ¿Tienes Frío?

Sin esperar una respuesta, recostó su cabeza en su pecho, y le abrazó. Escuchaba la sinceridad de su corazón, y ni la helada era capaz de romper aquel momento. En ese instante lo compartieron todo, incluso el calor de sus almas.

- Ya va a empezar - le dijo mientras acariciaba su pelo.

Ambos abrazados contemplaron los primeros fuegos artificiales de año nuevo en presencia de la Luna llena, parecía como si ella fuera la única testigo de lo que ahí estaba pasando...
El coincidir de estos dos era guiado por las estrellas en la noche; Y en lo alto de aquella colina, la soledad y la quietud de la virgen naturaleza se interrumpía sólo por el estallido de las luces que iluminaban todos los caminos. Ambos soltaron lágrimas, se sentaron de frente y se sonrieron en un gesto de infinita felicidad.

Aquel fue el primer beso del 2041.


Lo esencial es invisible a los ojos.-

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