Sí. Es así. No podemos subestimar la vida. No podemos amargarnos por lo que sucede y lo que antecede. Empero podemos cantar y bailar con nuestros hermanos próximos, los que nos acompañan en el presente; tomarnos de la mano en una ronda gigante de experiencias y goces y compartir lágrimas y carcajadas. Luego, lo vivido es parte de este regocijo... ¿Pero cómo estar tranquilo sin lo anterior, si lo pretérito, ya no es parte del hoy en día? ¿Cómo estar tranquilo si nos hace falta tanta costumbre que ya se ha ido? Pues fácil: Aquello que se nos escurrió por entre los dedos también fue un momento, y por ende, ya forma parte de mí. No puedo estar más contento de tener la vida de mi lado.
Hace tiempo que no recordaba esto. Gracias por insistir.
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