Tengo ahora la fuerza para aumentar mi normal y salir despegado.
Y en movimiento parabólico atravesaré los cerros y llegaré hasta tu puerta
buscaré tu boca, que saque el "acepto", esa siempre tan adorable sonrisa,
y con la melodía que tanto placer nos dio
te besaré hasta que mis labios sean los tuyos.
Sentados mirando la puesta de Júpiter
recobramos el tiempo perdido.
Muchos años luz que no aparecemos en la misma imagen.
Soy un marcianito que llega del cielo, y tú?
Tú eres mi siempre tan radiante lucero, el que ha sabido guiar mis pasos.
Aparece el confeti, los aplausos. Comienza la chiva,
me recuesto en la arena mirando al zenith:
Tú te observas, y sin una palabra, posas tu cabeza sobre mi pecho.
Nos dormimos juntos en nuestros propios sueños.
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